en la umbría y donde la roca mana agua. inevitable. hielo.
a la derecha en la ascensión. bosques.
últimos tramos del camino, ya fuera de la pared.
les feuilles mortes.
una piedra (o mas) en el camino, me dijo...
pene d´udapet (meca de escaladores)
musaraña. (creo). granjas de perry.
hayedo. granjas de perry.
les feuilles glaces.
vistas del parc national des pyrenees. desde el hayedo de las granjas de perry.
26 diciembre 2011.
¡Qué descansada vida
ResponderEliminarla del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
a gusto huiría del mundanal ruido. y, querido doc, incluso tengo algunos destinos con los que sueño despierto y dormido. todos cerquita, que soy muy pueblerino. una opcion seria "pillar" a una rica heredera del lugar, que me retirara ¡antes de los 67!!!!. pero con mis pintas a lo maruqes de bradomin en las que mas que lo catolico o español, lo que destaca es lo de feo pues no se si lo voy a tener facil. pero, si no hay suerte antes, a los 67 me escapo. (en unos dias incluso ya no quedara tanto).
ResponderEliminarPRECIOSAS IMÁGENES, Jesús. PRECIOSO POEMA, Doc.
ResponderEliminarLos dos poetas!
Jesús, si tu ya vives en plena naturaleza.
Peor lo tenemos los que vivimos en la capi. Demasiada agresividad en el ambiente. Aquí todo va en contra de la naturaleza. O sea de nosotros.
Cuando voy a Dénia por estas fechas no hay casi gente. Muy poca. Está Dénia bellísima. Son los mejores meses. En verano huir.
Qué maravilla!!! El poema de Fray Luis de León lo comparto entero. Muy bonito.
ResponderEliminarLas musarañitas viven muy poco tiempo, yo también me he encontrado alguna muerta por ahí, o quizá sea debido al frio. Pero dícese que mueren pronto porque tienen un corazoncillo muy acelerado.
Bsos!